Los días en el «primer mundo» de un tipo tercermundista.

¿Por qué demonios hay moscas aquí, que no se supone que esto es el primer mundo? 

Hace 2 años mi novia y yo nos mudamos de Querétaro a Barcelona, ya desde hace unos años atrás habíamos estado trabajando en la posibilidad de salir de México, viéndolo como una experiencia que a mí en lo personal sentía que me faltaba y también como una forma de buscar nuevas oportunidades que se tradujeran en un mejoría en algunos aspectos importantes para nosotros en nuestro estilo de vida; o al menos tendríamos algo más interesante que contar en la próxima aburrida cena de fin de año ante la clásica pregunta: “…y ¿qué hay de nuevo, qué han hecho?».

Mi novia ya conocía un poco Barcelona, pues había vivido hace unos años en un poblado cercano a esta ciudad; pero en mí caso, ni siquiera había pisado Europa; bueno, a menos que cuenten como una experiencia europea cuando en los bares ven «La Champions» y todos traen sus jerseys mamadores y se sienten alemanes, italianos, españoles o ingleses.

Al final en un giro muy radical del destino, de repente nos vimos preparando todo para mudarnos a Barcelona. Recuerdo que, en los últimos días antes de partir, en el lugar donde hasta ese momento trabajaba; mi jefe anunciaba a mis compañeros: “…Nos deja para irse al primer mundo…” Me quedé pensando, ¿realmente me voy al primer mundo? ¿España es parte del primer mundo? Aunque sin estar muy seguro, supuse que sí, puesto que iba a un lugar donde tenían su historia con los atentados terroristas (justo acababa de suceder el más reciente precisamente en Barcelona), y pues pensar esto parecería muy estúpido, insensible e ignorante de mi parte; pero vivía en un país donde a diario había matanzas de inocentes por partes de grupos armados, que al tratarse de intereses del narcotráfico y la política, estaban normalizados; estos sucesos nadie los etiquetaba con el caché de “atentado terrorista” como lo harían en París, Nueva York o Londres y nadie ponía en Facebook una banderita mexicana de «Pray for Minatitlán”.
Pero por otro lado, sabía que en España habían tenido una dictadura militar, eran hiper católicos y aún sufrían los estragos de una crisis económica épica; tres ingredientes que me parecían más latinoamericanos que las empanadas.

Pero entonces ¿Qué putas es el primer mundo?

Creo que hay pocas cosas más idealizadas que el concepto del “primer mundo”. Es como una utopía donde todo funciona, donde la gente respeta y es superior intelectualmente, donde la infraestructura es moderna e innovadora, donde la política se basa en debates filosóficos de altos vuelos entre verdaderas damas y caballeros; donde los carros vuelan, la caca no apesta y la gente suda agua bendita sabor cognac.

El concepto del primer mundo varía muchísimo, cada quien tiene su imagen de él. Pasó de ser una cuestión de bandos en la guerra fría, a convertirse en una cuestión de bienestar; algo totalmente ambiguo y subjetivo. La verdad es que mucha gente relaciona el bienestar con la economía y el dinero, por lo tanto quizás el primer mundo estaría basado en las posibilidades de los ciudadanos de un país, partiendo de una base económica. Esto supuestamente se tendría que medir mediante el Índice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas; donde por cierto México estaría en el puesto 74 (año 2018) por debajo de Cuba (puesto 73), Trinidad y Tobago ( puesto 69) e Irán (puesto 60) por mencionar algunos ejemplos que van directito a nuestra autoestima nacionalista prejuiciosa. Por otra parte, estaríamos por encima de Brasil (puesto 79), China (puesto 86) que si bien quizás no sean considerados “primermundistas» por nadie, al menos hay más de uno que los considera mucho menos jodidos que nuestra amada tierra amante de tragar parados y con el dedo meñique levantado.

¿Pero realmente este índice liderado por Noruega, Suiza y Australia, basado en esperanza de vida, escolaridad e ingreso nacional bruto per cápita es en lo que pensamos cuando hablamos del primer mundo? Recuerdo un cuestionamiento que Yuval Noah Harari hacia en su libro “Homo Deus” (que toda aquella persona que me conoce de 2 años para acá sabe que me obsesiona), el buen Yuval toca el tema de la felicidad como un derecho, donde los recursos económicos supondrían ser un medio para alcanzar la felicidad pero no el fin, sin que esto signifique forzosamente que más recursos económicos y producción de sus habitantes resulte en un país más feliz comparado con el resto. 

Basándonos en esto podríamos determinar el primermundismo según el Índice Mundial de la Felicidad, el ranking estaría determinado por medio de la encuesta mundial de Gallup, donde literalmente se les pregunta a las personas ¿cómo calificarían su vida del 0 (peor vida posible) al 10 (mejor vida posible)? Además de los clásicos datos de PIB, esperanza de vida, generosidad, apoyo social etc, etc. 

Podríamos interpretar pues, que si fuéramos más moderados en nuestro consumismo bestial, superficialidad, clasismo y marrana búsqueda de dinero; y por el contrario, estuviéramos más orientados a la búsqueda de la felicidad y el equilibrio en nuestro estilo de vida, el primer mundo tendría algunos miembros no tan obvios y un reordenamiento interesante de su ranking. Por ejemplo, Finlandia destronaría a Noruega (puesto 3), Estados Unidos (puesto 19) sería superado por los muy felipes primermundinos ticos de Costa Rica (puesto 12). Los mexicanos (puesto 23) por fin gozaríamos de ese soñado estatus de pertenecer al primer mundo, mientras con nuestras sonrisas y satisfacción nos hundimos en corrupción, ejecuciones, narcopolítica, salarios y educación de mierda.

¡Toma eso Japón! cuya cultura de excelencia e innovación de calidad extraterrestre solo les ha traído un mísero puesto 58, ahí nomás arribita de Honduras (puesto 59); ah pero ¿quién los manda no conformarse con lo que tienen? si aprendieran que los problemas se arreglan con memes, quizás podrían darle en la madre a El Salvador (puesto 35) que los aventaja bastante. Por cierto, España se encuentra en el puesto 26 del Índice de Desarrollo Humano y en el puesto 30 del Índice Mundial de la Felicidad.

Pero dejémonos de palabrería económica que evidentemente no domino y solo sirve para pretender que tengo alguna idea de que escribo esto no solo basándome en mis ideas desinformadas, prejuiciosas, estereotípicas y tercermundistas.


Según mi mente turbada y ansiosa, la cual me haría ser tercermundista tanto en lo económico como en lo feliz, hablar de un primer mundo es algo muy desvirtuado; hay tantas variantes a considerar sobre la calidad de vida de una región que a mí el término me parece obsoleto y demasiado ambiguo para andar presumiéndolo.

Creo que la noción de calidad de vida que se tiene de un país puede verse muy afectada por quien la mide y sus intereses, aunque hay campos en general forzosos a considerar para garantizar un bienestar digno, por ejemplo: la seguridad, la salud, educación y que las morras estén bien ricardas y los vatos bien maiamis.

Pero también entran otros factores que para cada quien son importantes y que se encuentran en ciertos países independientemente de rankings e índices de medición.

Por lo tanto, he decidido en este texto alejarme de la etiqueta del primer mundo y simplemente denominarlo como el «Índice de Satisfacción por el Lugar de Residencia” o el ISLR (por sus siglas en español) y tomar esto como un índice individual cuyo valor vendría sustentado en la calidad del testigo. Osea como cuando recomendamos una película; sabes que si cierta persona te dice que Avengers está buenísima seguramente será una mierda y que por el contrario, si esa misma persona odió Kick-Ass, seguramente valdrá la pena darle una oportunidad. De esta forma la “calificación” de cada persona dependerá de su contexto familiar, edad, necesidades personales, aspiraciones y educación.

Los parámetros de mi ISLR son:

A. Soft Power

¿Qué tanto ese país o esa ciudad ha influido en la cultura de otras regiones a través de la cultura popular haciéndola un sitio aspiracional? O en otras palabras, ¿qué tanto sale en los pósters y banners de las agencias de viajes o de las escuelas de idiomas?


B. Ciencia, Innovación y tecnología

¿Es ese un lugar donde, en general, se cree en el mal de ojo? o ¿dicen « ¡cada que es viernes santo llueve! » Y realmente lo creen?
O ¿por banda ancha entienden algo como esto?:

Y por innovación ¿algo como esto?:

C. Educación y civismo

¿Pagarías por educarte o educar a tus hijos ahí?

¿Qué concepto de “espacio público” tiene la gente que vive ahí; que un espacio público es de ellos o que un espacio público no solamente es de ellos?

D. Ecología y naturaleza.

¿En este lugar hay acciones reales que denoten una preocupación por dejar de comportarnos como un virus infectando al planeta y unos desgraciados con los animales?

E. Economía y trabajo

¿Cuántas veces la gente que ahí vive ha pensado en la indigencia como un estatus económico no muy lejano? Y ¿qué tantos ansiolíticos se venden en sus farmacias?

F. Seguridad y Salud

¿Viviendo ahí te atreverías a trasladarte a pie de madrugada, sin importar tu género o los accesorios que portes?

¿Tranquilamente tendrías un parto o una cirugía mayor ahí?

G. Infraestructura

¿Ese lugar podría ser buena locación para filmar “La Caída del Halcón Negro” o más bien para una secuela de “Tomorrowland”?

Imagen promocional de la película Tomorrowland (2015)

H. Integración social

¿La gente de ahí hace sentir bienvenida a los foráneos o por el contrario prefieren contraer matrimonio con una almohada antes que convivir con otro ser humano?

I. Gobierno y política

¿Viviendo ahí confiarías más tu perro a un chino hambriento (#stereotyping_bienrecio) que a los políticos y a los burócratas de ese lugar?

J. Felicidad

¿Vivir ahí te da felicidad en general, o sin importar que sea un lugar bellísimo, avanzadísimo y súper importante, has pensado más de una vez en pasar la siguiente navidad en los rieles del metro?


Una vez establecidos los parámetros de “calificación” podría dar mi ISLR de Barcelona. Escojo hacerlo solo de la ciudad y no de España, porque es lo que conozco y aunque algunos puntos se podrían extrapolar a todo un país, creo que otros definitivamente son exclusivos de ese microcosmos.
Todo esto, como ya bien saben, basado en mi opinión muy personal, subjetiva y sin ninguna autoridad, solo por el gusto de compartir.


Escala de calificación del 0 al 10. Donde 0 es lo peor, la distopía y 10 es lo mejor, la utopía.

Barcelona:

A. Soft Power: 9
B. Ciencia innovación y tecnología: 8
C. Educación y civismo: 7
D. Ecología y naturaleza: 8 
E. Economía y trabajo: 8 
F. Seguridad y Salud: 9
G. Infraestructura: 9
H. Integración Social: 8
I. Gobierno y política: 6
J. Felicidad general: 9
Promedio Total de ISLR: 7.5


Basándome en esto pedí a algunas personas que me compartieran su ISLR de la ciudad donde viven:

Buenos Aires:

A. Soft Power: 9
B. Ciencia, innovación y tecnología: 5
C. Educación y civismo: 5
D. Ecología y naturaleza: 4 
E. Economía y trabajo: 6 
F. Seguridad y Salud: 7
G. Infraestructura: 7
H. Integración Social: 8
I. Gobierno y política: 3
J. Felicidad general: 5
Promedio Total de ISLR: 5.9


Ciudad de México:

A. Soft Power: 8
B. Ciencia innovación y tecnología: 8
C. Educación y civismo: 5
D. Ecología y naturaleza: 7
E. Economía y trabajo: 8
F. Seguridad y Salud: 5
G. Infraestructura: 8
H. Integración Social: 9
I. Gobierno y política: 5
J. Felicidad general: 9
Promedio Total de ISLR: 7.2


Lima:

A. Soft Power: 9
B. Ciencia innovación y tecnología: 6
C. Educación y civismo: 7
D. Ecología y naturaleza: 7
E. Economía y trabajo: 7
F. Seguridad y Salud: 6
G. Infraestructura: 6
H. Integración Social: 6
I. Gobierno y política: 7
J. Felicidad general: 5
Promedio Total de ISLR: 6.6


Montreal:

A. Soft Power: 10
B. Ciencia innovación y tecnología: 7
C. Educación y civismo: 9
D. Ecología y naturaleza: 8
E. Economía y trabajo: 8
F. Seguridad y Salud: 9
G. Infraestructura: 9
H. Integración Social: 8
I. Gobierno y política: 8
J. Felicidad general: 9
Promedio Total de ISLR: 8.5


París:

A. Soft Power: 8
B. Ciencia innovación y tecnología: 9
C. Educación y civismo: 9
D. Ecología y naturaleza: 9
E. Economía y trabajo: 7
F. Seguridad y Salud: 8
G. Infraestructura: 7
H. Integración Social: 5
I. Gobierno y política: 5
J. Felicidad general: 8
Promedio Total de ISLR: 7.5


Comparativo


En conclusión.

Ojalá vivas en donde seas pleno y feliz, si no es así, encuentra tu lugar ideal independientemente del «mundo» al que pertenece. ¿Barcelona es «primer mundo»? no lo sé, algunos dirán que no alcanza esa etiqueta y más bien estaría en un peldaño más abajo, ¿segundo mundo quizás? Sin embargo, ¿me hace feliz vivir en Barcelona? Nunca he sido tan pobre y tenido tanta incertidumbre pero ¡a huevo que sí!


Referencias:

Índice de Desarrollo Humano 2018
http://hdr.undp.org/sites/default/files/2018_human_development_statistical_update_es.pdf

Ranking del Indice Mundial de Felicidad 2019
https://datosmacro.expansion.com/demografia/indice-felicidad

8 respuestas a “Los días en el «primer mundo» de un tipo tercermundista.

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  1. Me parece muy interesante la última reflexión «¿me hace feliz vivir en Barcelona? Nunca he sido tan pobre y tenido tanta incertidumbre, pero ¡a huevo que sí!» porque alguna vez escuché a alguien decir: «Sólo hay dos formas de que te guste vivir en Barcelona, si no tienes ni un duro o si te estás pudriendo en euros». Y yo coincido con esto último.
    Y precisamente hay que pensar en eso, en nuestros patrones de referencia que son situaciones individualizadas. Por ejemplo, no creo que piense lo mismo sobre el acceso a la naturaleza alguien de la Sierra Gorda que alguien de la ciudad de Querétaro, sus experiencias son más limitadas en el último caso y es más fácil sorprenderse con menos.
    Otro ejemplo es el de salarios, a mí me molesta mucho que en Barcelona gane lo mismo un mesero a tiempo completo que un profesor universitario. Para muchos eso sería una conquista social en favor de la igualdad, para mí es injusto porque a pesar de la preparación y nivel de complejidad del trabajo del último no tendrá mejor calidad de vida. Otra cosa que me molesta es que los inmigrantes que en sus países podrían estar aplicando su talento, por vivir en Europa (aunque sea hacinados en departamentos compartidos con varios desconocidos) prefieran aceptar trabajos que no requieren ninguna preparación.
    Una última observación es tu grado de inmersión en la cultura de la ciudad y el tiempo que llevas en ella. Es decir, si tienes amigos que han nacido, crecido y vivido allí o si más bien te mueves en el ambiente cosmopolita de los inmigrantes. También el tiempo es importante porque al principio es como una luna de miel con la ciudad, después de un tiempo se ven los defectos y problemas con otros ojos.

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    1. Claro, todo es relativo. Por eso lo que al final traté de decir es que todo es muy subjetivo. Para algunos importarán más algunas áreas que para otros y por eso creo que esa etiqueta del Primer Mundo al menos para mí me resulta obsoleta . Creo que como seres humanos nunca nos conformamos; lo ideal no existe quizás solo son etapas y respondemos a cada una de ellas de manera distinta. Gracias por tomarte el tiempo de comentar. Saludos.

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