¿Acaso nuestras creencias, nuestra religión, el lugar en donde vivimos, lo que nos gusta comer, nuestros estudios, nuestro trabajo, nuestra pareja (o soltería) y hasta nuestra identidad son consecuencia de una decisión propia y consciente; o se ha tratado de una serie de decisiones impuestas?
Un día fui a París y la odié
Una de las cosas que mi novia y yo habíamos planeado al mudarnos a Barcelona era visitar otras ciudades de Europa y París era visita obligada; sobretodo porque "Viajes Esteya", la guía parisina del tercermundista impresionable, nos había invitado a visitarla en tan idílico y aspiracional lugar. Lo que en un primer intento había resultado imposible a causa de una nevada destructora de sueños y saboteadora de planes, por fin pudo lograrse. Fuimos a París, y si me lo permiten les quiero compartir por qué para mí en esta fugaz e ignorante experiencia, a esta ciudad no queda más que odiarla.