Engañosa dama es doña Decisión

¿Acaso nuestras creencias, nuestra religión, el lugar en donde vivimos, lo que nos gusta comer, nuestros estudios, nuestro trabajo, nuestra pareja (o soltería) y hasta nuestra identidad son consecuencia de una decisión propia y consciente; o se ha tratado de una serie de decisiones impuestas?

Esa relación tóxica a la que llamamos trabajo (Parte 1)

Últimamente por cuestiones circunstanciales, contextuales; así como también por decisiones conscientes y apremiantes, me vi en la posición de revalorizar mi concepto del trabajo y de mi vida laboral en general. Supongo que todos nos preguntamos tarde o temprano, y seguro más de una vez en la vida, si eso que hacemos lo haremos el resto de nuestros días, si somos buenos en lo que hacemos, si trabajamos para vivir, si vivimos para trabajar, si vale la pena lo que hacemos contra lo que recibimos en términos monetarios, de beneficios, de tranquilidad, de realización profesional y personal. ¿El trabajo nos dignifica o nos hace autómatas miserables? ¿El trabajo lo sufrimos o por el contrario #amomitrabajo?

Mainstream tú, mainstream yo, mainstream tu madre.

Tenía la absurda intención de hacer una reseña del libro "Cultura Mainstream" de Frédéric Martell, pero no tengo la capacidad intelectual, además lo que el mundo menos necesita son reseñas hechas por gente que basa su dieta nocturna en palomitas y papas fritas con limón. Por lo tanto decidí algo más intrascendente, imprudente y carente de toda contribución para el mundo, malescribir este texto de escusado.

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